La salud de tus pies es esencial para tu bienestar y, generalmente, muchas personas pasan por alto la importancia de cuidar adecuadamente de ellos. Para ello, los podólogos son especialistas en el diagnóstico y tratamiento de problemas relacionados con los pies y tobillos.
Acudir a centros de estética o consultar a profesionales no titulados cuando presentamos una lesión, por leve que parezca, que requiere un tratamiento específico puede ser perjudicial.
Recuerda que los podólogos son los profesionales sanitarios especialistas en el diagnóstico y tratamiento de todas aquellas patologías relacionadas con los pies y tobillos.
La salud de tus pies es importante para tu bienestar general. No ignores los signos y síntomas que te indicamos a continuación, y busca la atención de un podólogo cuando sea necesario. La detección temprana y el tratamiento adecuado pueden prevenir complicaciones graves y mejorar la calidad de vida.
Desde nuestra clínica podológica en Madrid, vamos a indicarte cuáles son los signos que no puedes ignorar para ir a tu clínica del pie de confianza.
Signos de alarma para visitar a tu podólogo en Madrid
Saber cuándo debes visitar a tu podólogo puede marcar la diferencia en la prevención de problemas de salud graves a corto y largo plazo, además de contribuir a cuidar de tu bienestar actual. A continuación, te comentamos algunos de los signos que no debes ignorar y el por qué.
Dolor persistente
Si experimentas dolor persistente en los pies o tobillos, es un signo claro de que algo no está bien. El dolor puede ser agudo en momentos puntuales, o crónico, y puede variar en intensidad. No deberías simplemente ignorar el dolor, ya que podría ser indicativo de lesiones, deformidades u otras condiciones médicas que deberías revisar.
Conocer el origen del dolor de pies, nos permitirá evitar que empeore y prevenir que vuelva a ocurrir disminuyendo la posibilidad de lesiones en un futuro. En aquellos casos en los que el dolor es crónico o persistente y aparece o aumenta su intensidad al caminar o hacer ejercicio físico es posible que exista un daño mayor, requiriendo de un tratamiento específico.
Cambios en la piel o las uñas
Cualquier cambio en la piel o las uñas de tus pies podría ser una señal de alerta y que deban ser tratadas en la consulta de quiropodología y dermatología, como podrían ser los hongos, papilomas, otras infecciones o uña encarnada. Esto incluye la presencia de manchas, decoloración, hinchazón, descamación o cualquier tipo de erupción. Las uñas que se vuelven gruesas, amarillas o quebradizas también son motivo de preocupación y deben ser evaluadas por un podólogo.
Problemas de movilidad
Si experimentas dificultades para caminar, mantener el equilibrio o realizar actividades cotidianas porque tus pies te lo impiden de alguna manera, es hora de consultar a un podólogo especialista. La movilidad limitada puede ser causada por diversas condiciones, como esguinces, fracturas, artritis o problemas neurológicos importantes. En tu clínica podológica, te ayudarán a detectar el problema y a solventarlo, si la causa está en las manos de la podología, si no, ellos te aconsejarán al especialista que debas acudir.
En nuestra clínica, el equipo de podólogos y fisioterapeutas trabajan en equipo para conseguir el mejor de los resultados. Por un lado, el podólogo especialista en biomecánica estudia tu huella y la manera de caminar para aconsejarte en la elección del calzado más adecuado y equilibrar el apoyo con unas plantillas a medida o férulas. Adicionalmente, el tratamiento de fisioterapia puede ayudarte a recuperar la fuerza muscular necesaria para tener un mejor equilibrio y sensación de estabilidad. Por otro lado, el trabajo multidisciplinar con equipos de rehabilitación y neurología puede ser un factor clave.
Durezas o callosidades dolorosas
En aquellas zonas en las que el pie tiene más apoyo es habitual observar cómo la piel se vuelve progresivamente más gruesa de manera natural. Es importante eliminar e hidratar estas áreas de piel gruesa cada cierto tiempo para permitir que la piel que va a crecer después esté sana y no nos genere dolor o pérdida de sensibilidad.
Cuando estas durezas se vuelven dolorosas y aparecen helomas- llamados coloquialmente “clavos” o “ojos de gallo”- nos indica que en esa zona hay una presión excesiva o fricción anormal. En estos casos, además de retirar las lesiones cada cierto tiempo, el podólogo puede proporcionar otros tratamientos para aliviar el dolor y prevenir la recurrencia. Entre ellos, unas plantillas a medida que amortigüen la zona de dolor tras realizar un el estudio de la pisada y valorar la huella del pie.
Problemas con la circulación
Los problemas circulatorios pueden afectar seriamente la salud de los pies. Si experimentas hinchazón persistente, cambio en la temperatura de los pies, coloración anormal o entumecimiento, es fundamental buscar atención médica. Los problemas circulatorios pueden ser signos de enfermedades graves como la diabetes, que requieren un tratamiento inmediato, sobre todo evitar las complicaciones que puede ocasionar el pie diabético. En este artículo te ampliamos la información sobre el pie diabético.
Lesiones deportivas o traumatismos
Si practicando deporte has sufrido una lesión en el pie o tobillo, es evidente que tienes que buscar la atención de un podólogo, ya que las lesiones no tratadas pueden llevar a complicaciones a largo plazo y afectar tu capacidad para realizar actividad física. Un podólogo especialista en biomecánica evaluará pormenorizadamente el gesto deportivo y el mecanismo de tu lesión, así como el calzado de deporte.
Puede ser necesario un tratamiento conjunto de podología y fisioterapia para conseguir solucionar la lesión y retomar la actividad deportiva de manera segura y sin dolor.
Cambios en la forma del pie
Cualquier cambio en la forma del pie, como la aparición de bultos en el dorso o la planta del pie, desviaciones de los dedos (dedos en garra, juanetes, etc.) o el hundimiento del arco, debe ser evaluado por un podólogo.
Habitualmente los cambios en la forma del pie son dolorosos y pueden ser causados por diversos factores: artrosis, artritis reumatoide, diabetes, roturas de tendones o tendinopatías y pequeñas fracturas mal curadas. Frenar la deformidad mediante unas plantillas realizadas a medida y realizar ortesis de silicona para evitar el roce con el calzado de la zona de los dedos mejorarán tu calidad de vida.
Diabetes mellitus
Las personas con diabetes deben ser especialmente vigilantes con la salud de sus pies. La diabetes puede afectar la circulación y la sensación en los pies, lo que aumenta el riesgo de infecciones y úlceras. Un podólogo puede ayudar a prevenir problemas graves y proporcionar orientación sobre el cuidado adecuado de los pies para aquellos con diabetes. Recuerda que en este artículo tiene la información ampliada sobre el pie diabético y su tratamiento.
Infecciones recurrentes
Si experimentas infecciones recurrentes en las uñas, piel o tejidos de los pies, es una señal de que algo no está bien. Los podólogos pueden identificar la causa de las infecciones y proporcionar tratamientos efectivos para prevenir recaídas.
Pide cita con tu podólogo en Madrid centro
Además de visitar a tu podólogo antes cualquiera de estos signos, es importante que no te olvides de tu visita periódica en tu clínica podológica de confianza, ya que muchas patologías no dan síntomas de alarma.
En nuestra clínica podológica en Madrid centro, nuestro equipo de podólogos y fisioterapeutas especializados se pone a tu disposición para cuidar de la salud de tus pies. Nuestros podólogos en Madrid trabajan para atender cualquier problema de salud con los pies o dolencias, ya sea como una dolencia crónica o un problema urgente.
Pide tu cita con tu podólogo en nuestra clínica podológica en Madrid centro y gana en salud y bienestar. No subestimes la importancia de cuidar tus pies: son la base de tu movilidad y confort.